Tiempo en Buenos Aires

martes, 18 de octubre de 2011

A la Pesca

El fin de semana pasado viví un momento mágico, me fui de pesca con mi hijo mayor. Este hobbie no lo practico muy a menudo pero cada vez que lo hago lo disfruto mucho. Como siempre lo realizo con la gente del trabajo durante muchos años vi como muchos compartian esto con sus hijos, como yo no tenía inicié a mi sobrino en este hobbie llevándolo a todos los lugares que pude y hoy que el mio ya tiene una edad prudente, tuve la suerte de compartir con el esa jornada.

Breve resumen del día, comenzó viernes por la noche en la puerta de mi trabajo, excursión obligada a mi oficina, esperar la llegada del micro, subirnos, acomodarnos y comenzar el largo viaje hacia Santa Elena, Entre Ríos. Nos acomodamos por el fondo del micro, junto a los muchachos mas bullangueros, donde el fernet y la música hacia imposible el pegar un ojo, al pequeño Kybalion esto no le importo, se durmió todo el viaje a pesar de los gritos reinantes en el lugar. Una vez allí, después del desayuno nos dirigimos para la lancha, seleccionamos nuestras cañas y subimos con el Oso (el guía) dispuestos a surcar las aguas del Paraná. Cuando nos detuvimos lanzamos nuestras cañas y a los 2 minutos aprox. él sacó el primer dorado de tamaño considerable que sirvió para el almuerzo del mediodía. Su rostro mostraba alegría, pensar que conozco grandes pescadores que nunca agarraron un dorado y el ya tenia uno en su haber. Después vino alguna palometa y algunos dorados mas sacados por los otros integrantes de la lancha. Al mediodía nos juntamos con todas las lanchas para la famosa fritanga, ollas de hierro, aceite, pescado, limón y bebidas para acompañar ese grato momento donde compartimos un lindo momento todos juntos. Tan entusiasmado estaba que ya quería volver a la lancha para seguir pescando, la tarde no fue tan fructífera, pero sirvió para que sacara otro dorado que se lo tenia prometido a su abuela oriunda de esa provincia litoraleña. Tipo 18 horas volvimos para las cabañas, nos bañamos, comimos un asado y nos volvimos a Buenos Aires teniendo la suerte de podernos bajar del micro a pocas cuadras de casa, llegamos tipo 6 de la mañana, cansados, contentos y felices de haber vivido una experiencia mas de Padre e hijo como otras veces fueron maratones o partidos de fútbol de la selección.
Espero que esto se repita lo disfruté mucho, volví medio averiado pero la balanza se inclina para el lado positivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario