Tiempo en Buenos Aires

lunes, 12 de septiembre de 2016

Los mismos de Siempre

Había un grupo de animales que vivía en un sector de la selva.

Había mucha comida para todos los animales que allí vivían, pero existía un grupo de animales que querían vivir a costa de los otros y los asustaban con cosas terribles que les iba a suceder si no le hacían caso y se aprovechaban y los enviaban a buscar comida para todos mientras ellos solo recibían migajas, de hecho hasta transaban con los humanos que había por ahí entregándole la comida que los pobres animales habían juntado y cuando éstos les consultaban les respondían que esto era lo mejor porque no se puede estar aislados de la sociedad, -pero tenemos hambre decían los animales, -es por tu bien les respondían, hasta se endeudaban a propósito con los humanos garantizándole la producción de futuros alimentos, recibiendo a cambio, mejores lugares para dormir y mejores comidas para ellos, mientras los animales que trabajaban cada vez estaban peor.

 Como se empezó a alborotar la selva, empezaron los animales dominantes a comprar con alimentos a los animales comunicadores que había allí, los que todos escuchaban y les creían, no había manera de no convencerse que ese hambre y miseria que estaban pasando no era malo, lo decían los animales que te daban la comida, los comunicadores de la selva y los tontos de turno que se creían que eran parte de los animales dominantes y formaban parte de los que recibían la miseria de comida como los otros, pero estaban convencidos que eso era lo mejor, porque se creían mejores animales que esos otros que se quejaban, los trataban de pobres animales, los discriminaban y si algún animal de éstos, con hambre por el injusto reparto de bienes, osaba robar algo de comida para su familia los tildaban de sinvergüenzas, los querían ajusticiar sin importarles que lo movilizó a realizar ese acto y les contaban a todos los otros, ven como son esos animales imagínense si fuesen ellos los que repartirían la comida, era una campaña de miedo bien organizada para seguir teniendo el poder y seguir viviendo a costa de los animales trabajadores.

Hoy en día este pedazo de selva existe, los animales reinantes disfrutan a costa de los animales trabajadores y éstos están cada día peor, ya que los animales gobernantes le dieron el poder a los que manejan los alimentos y como cada vez quieren estar mejor, le aumentaron la cuota de comida que le piden a los que laburan quedándose imposibilitados de llevar algo para su casa, teniendo que optar entre pagar a las autoridades o comer en casa. La brecha entre los que están bien y los que no cada vez es más ancha en la selva y si quieren protestar les pegan hasta que desistan en su actitud.

Este pedazo de selva está en todos lados, la manera de actuar de los que gobiernan está en todas partes, los tontos que se creen que si gobiernan los trabajadores es peor porque cuando tuvieron oportunidad de hacerlo algunos se equivocaron y tomaron el camino equivocado están en todos lados, sin darse de cuenta que ellos son parte de esos trabajadores y repitiendo consignas llenas de odio profundizando mayor la brecha y haciéndole el juego a los dominantes, mientras tanto seguimos viendo en la selva cómo se llevan la comida los mismos de siempre y como tienen hambre los mismos de siempre.

lunes, 16 de mayo de 2016

Jugadores invisibles

Todo gran equipo está formado por un gran grupo, donde cada pieza funciona para que la otra pueda realizar su tarea y así lograr el objetivo.

Cuando de deporte hablamos hay una piezas que no se ven mucho, que no reciben el habitual trato de la “prensa” con sus fotos y videos, que hasta no son felicitados cuando se llega al gol-try- doble o lo que sea y tal vez gran parte de la culminación de esa jugada haya comenzado con una acción de estos jugadores invisibles.

Jugadores invisibles que dejan su mayor esfuerzo en pos del objetivo común, que no buscan lucimientos propios, que son capaces de dejar el alma por evitar un gol o cubrir a un compañero con su físico, tal vez pequeño, cuando éste está en el piso.

Jugadores que reciben a veces el desprecio de “las estrellas” del grupo omitiendo un pase o prefiriendo continuar ellos con las jugadas en vez de confiar en los jugadores invisibles.

Jugadores Invisibles que son tan importantes que ningún equipo puede prescindir de ellos.

Alzo mi copa por estos jugadores invisibles, que para mí son jugadores invencibles.


SALUD!

miércoles, 23 de marzo de 2016

Del Alba al anochecer...

Alba se despierta temprano, como cuando era chica en sus pagos de Villaguay, Entre Ríos,  para ayudar en el campo o para ordeñar alguna vaca, su infancia fue difícil, muchos hermanos y una casa humilde que le forjó el carácter. Allí aprendió a cocinar, a tener siempre una sonrisa para regalar y a soñar que una vida mejor era posible. 
De muy pequeña se vino a Buenos Aires empujada por las malas condiciones que había en ese momento en su casa, con muy pocos estudios, los que se podían. Aquí hizo de todo, limpió en casas de personas de buen pasar, cuidó gente hasta que ingresó a trabajar en una fábrica de cigarrillos, conoció a Alberto, su gran amor, tuvo 2 hijos, Sandra y Daniel, trabajó a mas no poder para comprarse su propia casa, lo logró.
La vida de Alba continúo con esfuerzo y sacrificio, nadie le regaló nada. Su hija se casó y vinieron los primeros nietos que cuidar, siempre dispuesta, siempre corriendo de un lado a otro con tal de ayudar, cuando estos nietos crecieron llegaron los otros y la enfermedad de su esposo que hacía más difíciles los días de Alba.
Esta mujer saca fuerzas de donde no las hay para estar en Palermo, La Paternal y Floresta ayudando a quien lo necesita.   Todos la saludan en el barrio, todos la conocen, le hacen regalos como si fuera de la familia.
Alba  recibe religiosamente todos los días  los llamados de sus hijos, se baña y sale en busca de su actividad semanal, el cuidado de sus nietos menores. Lunes y miércoles ella realiza esta rutina, se baja del colectivo, saca de sus bolsas algo para darle de comer a  Martín el mendigo que está en la puerta de la iglesia de Santa Fé y Uriarte, compra pan para que tengan los chicos y se dispone a cocinar algo rico para que tengan para comer cuando vienen del colegio. Con la comida casi lista sale para el colegio temprano al mediodía, charla con sus nuevas amigas de la puerta de la escuela, recibe a sus nietos con un beso y un abrazo gigante y se van los 3 despacito.
Alba los mira disfrutar de la comida y sin poder creer como esos pequeños hombrecitos ayer eran bebes a los que ella les cambiaba los pañales, arrancan de nuevo para el colegio. Se despiden con un abrazo y beso más grande aún que el anterior, le piden que se cuide y se va despacito como llegó.

 Alba sube al colectivo con sus achaques y su bastón, ellas está feliz, siente que su vida tiene sentido todavía, lleva bolsas y papeles y 2 besos de sus nietos menores que son el motor que la mantiene en pie. Tranquila como buena entrerriana llega a su casa y se dispone a descansar luego de una jornada “laboral”, Luego vendrá yoga y alguna charla con las amigas, ya está anocheciendo, otro día más que concluye en la vida de Alba de Villaguay, provincia de Entre Ríos.