Tiempo en Buenos Aires

lunes, 30 de enero de 2012

Las mascotas

Que lindo que son esos compañeros que tenemos por la vida, cuanta ternura hay en sus rostros, cuanta alegría que nos brindan, cuanta compañía nos hacen, cuanto cuesta mantenerlos y no hablo solamente de dinero.

Casi siempre llegan a nuestras vidas de la mano de un pequeño que se compromete a ser el padre tutor o encargado del pequeño animal y a los 5 minutos se olvidó de la promesa que hizo que "manchita" estuviera con nosotros. Este es un error propio ya que negociamos con un chico esperando que cumpla como si fuese un contrato firmado ante escribano.

Sacar a pasear al perro?, limpiar la pecera?, cambiar las piedritas del gato?, darle de comer? limpiar lo que ensució? no está en sus planes. Las mascotas tendrían que venir como los hornos, autolimpiantes.

Vacaciones... que hacemos con el bicho, a quien se lo encajamos? pagar una guardería ni loco, venir con nosotros mucho menos, recurrimos algún loco medio bichero que acepte un huésped mas por 15 días.

La vida útil:  siempre la mascota tiene menos que nosotros y encarar el deceso de la misma es un tema difícil para con los chicos. Si fuese un pez tratamos de comprar uno parecido para que crea que tiene uno inmortal, pero cuando hablamos de otro tipo de mascota ya se hace mas difícil.

Escribo estas lineas mirando a "Leia" el hamster que tienen mis hijos, al que ya no le dan mucha bola y al que no le queda mucho tiempo de vida, a la mascota de la familia que llegó a nuestras casa como todas, con promesas que duraron lo que un suspiro.

Aguante el tamagochi!!! 

viernes, 13 de enero de 2012

Sala de espera

No hay cosa que me moleste mas que esperar a que me atienda algún doctor.

Todo comienza con el pedido de turno, donde no te podes comunicar, llamas cuando no están atendiendo y una grabación con una voz muy agradable te lo hace saber o te atienden y te dicen "un segundito por favor" sin siquiera dejarte meter medio bocadillo. Cuando logras que todo esté en orden seguramente tendrán libre un turno que no es el que mejor te queda pero que lo aceptas con tal de no pasar mas por los primeros pasos ya descriptos.

Tomas la precaución de llegar un poco antes con la esperanza de que el que tenía el turno anterior no haya podido venir, tocas el timbre, entras y allí está la Sala de espera.

Casi siempre colmada y lo primero que se te cruza es "no me voy mas", y así será. Siempre alimento la ilusión que toda esa gente está para otro doctor, hasta que caigo en la cuenta que ahí atiende uno solo. Cuando termino el tramite con la recepcionista, me dirijo a la Sala de Espera buscando un lugar estratégico para sentarme, cerca de las revistas o de la ventana o del televisor si lo hubiese. Cuando estoy sentado no se que hacer, empiezo a mirar a las personas diagnosticándoles algún problemita de esos de los que entras al consultorio lo saludas al medico y te vas, pero parece que siempre los que entran antes que yo se quedan a contarles la historia de su vida y cuando me toca a mi me despacha como si nada (por lo que esperé por lo menos revisame mas despacio). Cuando se agota mi paciencia lo primero que hago es tomar alguna revista, siempre viejas, le faltan hojas y de temas que a decir verdad no me parecen interesantes como para distraerme allí. Cuando miro a las personas por encima de la revista me doy cuenta que la que tiene el tipo de enfrente es mejor que la mía, y estoy esperando que la deje para hacerme con el preciado botín. Todo esto mientras se lleva un estricto control mental de quienes vinieron antes y después de uno, no vaya a ser cosa que llamen a alguien que llegó después que yo. Cuando la paciencia llega a su fin me dirijo a la recepcionista para preguntarle "cuantos pacientes tengo antes" con el afán de decirle entre lineas "hace como dos horas que estoy esperando" "como hace el bol...del medico para citarme a las 16 y siendo las 18 todavía no me atendió" con un tono amigable la primera vez como haciendome el desentendido.

Finalmente llega mi turno, me llaman en voz alta seguramente diciendo mal mi apellido pero no me importa, siento la alegría como si hubiesen dicho mi nombre en algún sorteo importante. En ese instante dejo la Sala de espera.

Ya lo dijo Seinfeld, si se llama de espera no te va a quedar otra que esperar por mas que tomes todos los recaudos posibles, habría que cambiarle el nombre, tal vez así no suframos tanto la próxima vez. 

miércoles, 4 de enero de 2012

Otra vez las fiestas...

Es increíble como siempre en esta época del año tenemos que recurrir a comentar lo que acontece en las reuniones familiares que se organizan para "festejar" la llegada de un nuevo año o el "nacimiento de Jesús".

La organización: donde lo hacemos?, que llevamos?, porque a mi me tocó llevar esto y a ellos casi nada?, alcanzará la comida?, donde nos sentamos?, va a hacer calor?, no tengo regalos para todos.

La comida: siguiendo la tradición de otros países nos armamos un batallon de comida llena de calorías para cenar con aproximadamente 25 a 28 grados de temperatura en ambientes donde se encuentran muchas mas personas que las habituales para ese espacio físico ( no vamos a dejar solo al hermano del tío del cuñado del novio de la nena). Acá desfilan pecetos, matambres, ensaladas rusas, mayonesas, fiambres. Y comemos como si al día siguiente comenzaramos una huelga de hambre. Para rematarlo cerca de medianoche se despliega todo el arsenal de confituras preparadas para estas temperaturas, donde el pan dulce es el centro de la mesa.

Las actitudes personales: acá esta el problema, se la pasan hablando de temas que no hacen otra cosa mas que confrontar a los presentes, siempre expresadas con un sutil tono de ironía que crispa a los presentes y comienza a gestarse el famoso clima de mierda, se pasan facturas que se tenían guardadas hace varios años envalentonados, a veces,  por los efectos del alcohol, se deja en el medio de discusiones sin sentidos a aquellos que son ajenos a esos problemas o a los chicos que miran absortos la situación.

Pensar que estas fiestas son para unir a las personas...pero si no concurrís te convertís en el hereje mas grande del mundo y seras condenado por el resto de tus días, ni se puede proponer realizar la reunión de otro modo, te tildan de loquito que va en contra del mundo.

Ya vendrán tiempos donde realicemos lo que corresponda y no lo que nos dictan costumbres que no tienen nada que ver con nosotros.