Ahora que pasó un poco de tiempo y tengo la cabeza mas fría escribo sobre la pasión, pero en este caso futbolistica, si ya sé que en estos tiempos estamos un poco hinchados con este tema, pero es mas fuerte que yo.
En el post anterior escribí mis sentimientos antes de un partido decisivo para la escuadra de la cual soy afecto, donde mi corazón le jugaba a mi cabeza y no sabia quien ganaba, el resultado en el verde césped obtuvo un ganador y como siempre me tuve que adaptar al discurso del resultado, que era lo mejor, lo mas justo, que casi casi, mientras el corazón lloraba por los rincones ante un amargo resultado que lo condena a sufrir algunas temporadas lejos de las luces del Fútbol para Todos (ojalá sean pocas).
Esta pasión hace también que sea transmitida por carácter transitivo a nuestros hijos, los cuales todavía no entienden porque simpatizan por tal o cual equipo y se creen, desde su inocencia, que todos los equipos son iguales, no entendienden porqué siempre festejan otros, porque siempre son el blanco de las cargadas futbolisticas, solo el tiempo los hará comprender esta pasión.
Mis saludos y comprensión para los simpatizantes de River Plate por el mal momento deportivo, tengo muchos personas que quiero identificados con esos colores, se que las palabras ahora parecen estar demás ante la cruda realidad, pero yo, que ya tengo un caparazón en el alma y en el corazón, les digo que esto va a pasar, nada será igual y todos los sabemos, pero son grandes y los grandes siempre se reponen en la adversidad.
Hasta la próxima, escribo con pasión y compasión para todos.
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