Una vez más, como tantas otras, la vida nos pone en frente de sentimientos encontrados, como caminos paralelos que en un punto se chocan y nos hacen tambalear nuestras creencias y convicciones.
Por un lado del camino viene la lógica, la cabeza, el pensamiento y su razón, lo que debiera ser, lo que creemos justo. Por el otro viene el sentimiento, el corazón, la pasión que no entiende de lógica, lo que queremos que sea.
Hoy se vuelven a encontrar estos caminos y no se por cual seguir, ya tengo hijos, y ellos no entienden el camino lógico, solo se manejan con el otro. Trato de explicarles como puedo que no siempre el corazón tiene razón, pero... la pasión no entiende de eso.
Trataré de abstraerme de los hechos y dejar que fluyan, cuando ya esté consumado, veré como reacciono, si explicar la situación como un académico o estar tirado por los rincones sufriendo por lo acontecido.
Que sea lo mejor para todos.
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