Corría el año 1989, era Agosto, venia libre desde fines de Marzo cuando terminé de rendir los últimos examenes y obtenía así el titulo de Perito Mercantil, fueron 5 meses de vagancia, los únicos hasta estos días.
Por intermedio de mi madre y una amiga del edificio donde vivíamos me consigue mi primer trabajo, a partir de Septiembre dejaría de ser un vago, me incorporaría a las filas de " el Huevo", agencia de Prode y Quiniela, también sacaban fotocopias.
Vamos por parte: mi tarea consistía en atención al publico, y vamos a desglosarlos en las tres tareas que se realizaban dentro del local.
1) Fotocopias: El local estaba situado a la vuelta del edificio Del Plata, y como allí se certificaban planos, todos venían con papeles gigantes a sacar fotocopias. Mi inexperiencia mezcladas con mi timidez de ese entonces hacían que cada cliente que entraba con un plano sea una tortura china, transpiraba tratando de sacar esas fotocopias que después la gente tenia que presentarlas en un ámbito legal, tan difícil resultaba la tarea a veces que hasta tuve que confesarle a una persona que era mi primer día ahí, que me disculpe porque quise usar una guillotina para cortar un excedente de papel y como no sabia utilizar la misma, eran de las deslizantes, terminó todo el papel medio arrugado, como mordido por un perro, todavía recuerdo esa mirada atónita del cliente.
2) Quiniela: Acá resulta un poco mas difícil la explicación, para ese entonces el sistema de juego había sido modificado, no existían esa máquinas actuales y se hacia todo a mano. La modificación consistía en el tipo de apuesta, debía cumplir un requisito especial, según la plata que querías apostar podías hacer tal o cual apuesta no siempre podías hacer como ahora, poneme 2 pesos a tal numero a la cabeza, había que ser un físico-matemático para entender el funcionamiento de el sistema, imaginen mi cara, con 18 años cuando entraban a apostar y me decían lo que querían, porque ellos sí entendían el sistema.
3)Prode: Esto podría decirse que era lo mas simple, pero tenia un agravante que era cuando nadie acertaba los 13 puntos y el pozo se acumulaba, a la semana siguiente venia un vendaval de personas a jugarse la vida en esa boletas. Se recibía la apuesta en el formulario que se habían llevado, se tomaba un cartón donde quedarían reflejados los pálpitos del cliente, se doblaba en 2 y se colocaba dentro del aparatito con tapa de plástico transparente junto al formulario que habían traído y, punzón en mano, se procedía a realizar un agujerito donde había una cruz en el formulario, cuando finalizaba se retiraba, se partía en 2 el cartón y quedaba una copia para cada uno, pero a veces, la inexactitud al colocar el cartón doblado hacia que el agujero quede por debajo del lugar especialmente preparado para tal fin del cartón, ahí es cuando el cliente me miraba con cara de si llego a ganar y me impugnan la boleta por esto vengo y te mato.
Por suerte un amigo se apiadó de mi y me sacó de allí dándome una oportunidad en una empresa de primer nivel, experiencia que relataré en otra oportunidad.
Trabajar en El Huevo fue importante para mí, me formó el carácter y fue el puntapié inicial para una vida de trabajo. Gracias a todos los que me ayudaron en ese entonces y perdón por los desastres ocurridos.
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