Tiempo en Buenos Aires

lunes, 21 de febrero de 2011

Idolo por un minuto

Hoy voy a contarles una historia personal donde pude saborear aunque sea por un minuto la gloria popular.
Corría el año 1988 o 1989, no recuerdo bien, pero era una época donde se organizaban recitales gratuitos en las terrazas de ATC (Argentina Televisora Color, hoy televisión pública) y en esa ocasión era el turno de Los Fabulos Cadillacs, grupo que en ese momento estaba en la cresta de ola. Como todo recital gratuito arrastraba una multitud de personas y nosotros no fuimos menos, tomamos el 92 y nos dirigimos a Tagle y Figueroa Alcorta. Cuando digo nosotros, me refiero a un grupo de chicos y chicas de entre 16 y 20 años y cuando digo el 92 me refiero al único colectivo que une Floresta con Recoleta, dando mas vueltas que una calesita.
Llegamos al predio nos acomodamos en medio de una multitud en la parte llana. Ahí empezó una pica con los que estaban en la parte alta, que eran de otra clase social, algo así como divinos contra populares. Los cantos iban y venían mientras esperábamos que de comienzo el show. No cabía ni un alfiler.
Les relato el final para después volver a la historia que me ocupa. Salió el grupo, comenzó a tocar, no se escuchaba nada, la gente se impacentó, empezaron los disturbios, llegó la policia, gases, corridas, dispersión y vuelta a casa.
Pero la anécdota principal para mi fue que cuando nos estábamos trenzando en cánticos con los de la "platea alta" las chicas que fueron con nosotros se alejaron un poco, unos 6, 7 , 8 metros de donde estábamos, hacia adelante. Para que estemos todos juntos de vuelta empezaron a llamar a la persona de nuestro grupo que estaba mas cerca, quiso el destino que ese individuo fuera yo. Empezaron con un tibio Kybalion, se empezaron a sumar mas voces de las chicas viendo que yo ni las escuchaba. Cuando para la gente que estaba alrededor de ellas se les hizo insoportable sus gritos, las empezaron a ayudar, ahora el Kybalion, Kybalion sonaba mas fuerte. Cuando me percato de la situación, levanto una mano en señal de "ya las escuché", pero la multitud fue por mas, vitoreaban Ky- Ba- Lion, Ky -Ba -Lion, yo respondía con una sonrisa y con el gustito de sentir aunque sea por un ratito las mieles del cariño popular. De repente cual Moisés la marea de personas se abrió dejando un corredor entre las chicas y este ídolo consagrado espontáneamente por la gente. El publico me invitaba a caminar por el pasillo que se había formado para que me pueda encontrar con las chicas que habían comenzado con los gritos. Tomé aire y empecé a caminar con la frente alta y levantando una mano en señal de agradecimiento. cuando di 2 pasos dentro de ese corredor, me di cuenta que "el que nace para pito nunca llega a ser corneta", viví el puente chino mas duro de mi vida, creo que me pegó hasta el de Los Fabulos Cadillacs.
Guardo en mi retina y mi memoria esos momentos donde fui un Idolo por un minuto

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