Tiempo en Buenos Aires

martes, 29 de mayo de 2012

TAXI

Aprendí a manejar de grande, así que casi toda mi vida me moví en los vehículos de alquiler negro y amarillo.

Antes era mas accesible economicamente y ni dudaba en tomarlo o no, hoy la realidad es otra y si no queda mas remedio estiramos el brazo, esperamos el guiño con las luces y nos embarcamos en un viaje que casi siempre nos dejará una anécdota para contar.

Lo primero es la selección del coche, entre que pago una fortuna quiero elegir en que modelo voy a viajar. Ahí se presenta el primer problema ya que por códigos entre taxistas parece que tengo que tomar el primero que viene en la fila y no el tercero que es un auto ultimo modelo (se han llegado a pelear por  contar mi presencia, la única vez que sucede esto). En un apartado de la elección del vehículo está el optar uno con aire acondicionado en verano, pero como todos llevan los vidrios cerrados para hacernos creer que están tratando de que no se les escape el frío del coche, nos subimos a algunos donde hace mas calor que en el subte. La elección de día siempre es difícil ya que no se distingue el cartelito de "libre" encendido y me la paso haciéndole señas a coches que viene llenos.

Una vez adentro la explicación del lugar a donde vamos, preferimos indicarle por donde ir para evitar pasar por lugares de alto transito donde las fichas de espera en los semáforos caen mas rápidos que los argumentos de algunos políticos justificando la ineficiencia de su gobierno.

Idiosincrasia del chofer:  hay de todo tipo de taxistas, los verborragicos, los callados, los que te hablan sin darse cuenta que vos no queres escucharlos, los que escuchan la radio fuerte, los que frenan de golpe, los que manejan rápido o lento, los que te corrigen el camino para supuestamente ahorrarte tiempo, los que no apagan el reloj para terminar cobrándote una ficha mas, los que directamente no te dan el vuelto de las moneditas entendiendo que se lo dejas de propina, los fumadores, los obsesivos por que no le golpees la puerta, los que te están contando algo y a pesar de que llegaste al lugar sigan la historia hasta el final. No vamos a decir nada de los que utilizan el "piripipi", los que hacen chanchullos con el vuelto, para quedarnos con una imagen linda de estos trabajadores que muchas veces es la única salida laboral que tienen.

He viajado mucho en taxi y aprendí mucho de la cultura popular dentro de ellos, gracias por tantas anécdotas, en la esquina esta bien.

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