Tiempo en Buenos Aires

lunes, 15 de noviembre de 2010

Fiesta de compromiso

Siempre pensé que una fiesta de compromiso era aquella en la que una pareja se juraba amor hasta la muerte y sellaban en ese acontecimiento una fecha para convertir dicho compromiso en un casamiento formal.
Ahora también conozco otras, las empresariales por ejemplo.
Nos preparamos, para el evento siempre con una expectativa que no sabemos donde se inicia, tomamos todos los recaudos para llegar bien geograficamente y en horario, una vez allí, comienza toda una fiesta de compromiso.
Sonrisas, saludos efusivos, alegrías solo para conformar y por lo menos, el refugio de la comida y la bebida para hacer un poco más llevadero todo esto.
Debo reconocer que el paso del tiempo caló hondo en mí, nunca me jacté en ser el alma de ninguna fiesta, pero en otras épocas mi participación en ellas era un poco mas activa, disfrutaba del contacto personal(pogo) y me dejaba llevar por los temas musicales alegres de la época. Ahora veo todo con mas recelo, analizo cada movimiento antes de hacerlo, casi mirando la fiesta desde afuera.
Pero veo que eso no me pasa solo a mí, hay una infinidad de personas que están en esa misma actitud (la del compromiso), hablando e intercambiando opiniones con gente que en la vida cotidiana casi no te saluda, pero la magia de la fiesta de fin de año vence esas barreras y nos convierte en amigos entrañables digno de agregarlos a nuestro Facebook.
Cuando todo culmina y los días nos van alejando del evento en cuestión, la vida retoma sus carriles, seguimos pensando igual que antes de su inicio, salvo que nos queda un leve recuerdo de una noche donde las relaciones personales se mezclaron por compromiso.

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